jueves, 29 de agosto de 2013

LA VUELTA A LA OLÍMPICA DE LA 68

LA VUELTA A LA OLÍMPICA DE LA 68



Ellos han pasado casi 40 años de sus vidas juntos. Su pasión común es el fútbol que los unió a través del Junior de Barranquilla.

Pertenecen a esa generación que defendía a muerte en el campo los colores del equipo de su tierra. Por algo cumplieron la hazaña de un invicto de 48 fechas en el Romelio Martínez que era la fortaleza inexpugnable de estos guerreros de Macondo.

Pertenecen a la época donde antes de los partidos los jugadores del Junior cantaban con el corazón y a todo pulmón el himno de nuestra tierra currambera mientras Elías Chewing con la bandera de Barranquilla como batuta y extensión de su cuerpo dirigía al coro más grande del mundo compuesto por jugadores, hinchas, aficionados, periodistas y directivos.

Era la época donde los amores de La Luna de Barranquilla con  el Rio Magdalena eran contados en las canciones de Esthercita Forero.

Han pasado los años y la amistad de estos héroes de nuestra vida deportiva se ha hecho más fuerte. Cada domingo se reúnen para jugar en un torneo de mayores. Han ido traspasando las barreras que los años imponen. Primero iniciaron jugando un torneo sub 40, luego plus 40, plus 50 y ya varios pasan de los 60 y 70 años.

Viven los partidos de la misma manera como cuando eran protagonistas de aquellas tardes tan gloriosas como inolvidables.

Cuando dicen “los pelaos” se refieren a Federico Hernández, Carlitos Molinares y Alcides Gómez, entre otros. Para ellos siguen siendo los pelaos del grupo y están dispuestos a “protegerlos” cuando sea necesario aunque todos pasan de los 50 años de edad.

El año pasado asistí a Nueva Granada para ver a este Junior jugando una final. Estaban todos con el mismo deseo de salir campeón como en aquellos diciembres de 1.977 y 1.980 cuando le dieron a Barranquilla la alegría colectiva más grande que esta Ciudad pueda recordar.

El partido se jugó a la una de la tarde. El tiempo reglamentario terminó empatado y debieron jugar 30 minutos más para definir el título. Lo hicieron bajo un inclemente sol que estuvo a punto de originar un infarto colectivo inédito en el mundo científico.

Junior consiguió el título y todos emocionados se abrazaron jadeantes con las pocas fuerzas que les quedaban. Papi Peña  le dijo al grupo “Muchachos vamos a dar la vuelta olímpica”, todos se quedaron en shock sorprendidos por la orden del mayor del clan.

 Dulio Miranda, tomando la vocería del grupo dijo “Papi, lo único que podemos hacer ahora es irnos en los carros y darle una vuelta a la Olímpica de la 68”.