Horst Wein, conocido por los ciudadanos italianos, como formador de formadores, en el siguiente artículo nos muestra una propuesta que consiste en: Adaptar la competición al desarrollo evolutivo de los jugadores.
La competición es necesaria para cada una de las personas o jugadores, la consideraríamos imprescindible desde la iniciación deportiva, aunque en dicha etapa, la base de la competición debe ser formativa.
A través de la competición, podemos conseguir que el jugador desarrolle comportamientos que realizando una actividad deportiva sin competir no podría lograr.
En dicho artículo, Horst Wein propone:
– Modificar las categorías, sin que pierdan su esencia.
– Modificar el tamaño del balón, porterías, espacio de juego, simplicidad del reglamento y número de jugadores.
– Tener en cuenta el desarrollo evolutivo.
– Progresión de lo menos fácil a lo más difícil.
– Formadores de fútbol, con conocimiento de las necesidades del jugador.
– Terminar con la inadecuada competición, que afecta a los niños menores de 13 años.
“Las competiciones deberían ser para los niños, como sus zapatos; a su perfecta medida"
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